AMATISTA
POR Rebeca Muñoz Beltrán
18/09/2022
La bella amatista es una de esas piedras que poseen una gran historia detrás.
Su nombre proviene del término griego amethystos, que significa “sobrio.” El origen de esta unión de conceptos se debe a que en la antigua Grecia se creía que la amatista era un poderoso antídoto contra la embriaguez.
La fama de la amatista comenzó con una leyenda griega, con una bonita historia de dioses y mortales. Según cuenta la leyenda, Dioniso, dios del vino, se enamoró de una doncella llamada Amethystos, la cual deseaba permanecer casta.
La diosa Artemisa escuchó las plegarias de esta mujer y para protegerla, así que la convirtió en una roca blanca. Al verla, Dioniso rompió a llorar y vertió una copa de vino sobre la roca, tiñéndola del púrpura característico de la piedra amatista.
Los antiguos romanos, sin embargo, tienen otra historia: el dios del vino Bahus, notó que la gente comenzó a ignorarlo y concibió una venganza. Así, cuando una joven paisana, Ametis, fue al templo Diana a rendir culto,
Bahus ordenó a los leones devorar a la indefensa mujer. No obstante, la soberana del cielo, la tierra y el inframundo, Diana, para salvar a la chica del sufrimiento, la convirtió en un cristal puro y transparente.
Deseando revivirla, Bahus roció la piedra con su vino, pero el cristal sólo cambió de color y se convirtió en una piedra amatista.
Sea cual sea la verdadera leyenda la amatista es una belleza que nos puede enamorar a simple vista.
Gracias por brillar a mi lado....